Hoy vamos a entrar en un tema que seguro te tiene dando vueltas en la cabeza si estás en la etapa de la lactancia: “¿Puedo beber alcohol o café si estoy amamantando?”. ¿Tú qué crees?
Vamos a dejar las cosas bien claras desde el principio: el alcohol y la lactancia son como el agua y el aceite, simplemente no se mezclan. ¿Por qué? Bueno, cuando bebes alcohol, este entra en tu torrente sanguíneo y permanece allí durante 2 a 3 horas. Entonces, si alimentas a tu bebé en ese periodo de tiempo, el alcohol pasa a la leche materna y, por ende, al organismo de tu pequeño. Los efectos en tu bebé pueden ser peligrosos, desde sedación, pérdida de fuerza muscular, irritabilidad y mucha producción de gases, hasta un riesgo incrementado de muerte súbita del lactante.
“Pero Juan Carlos, tengo una boda la próxima semana. ¿Qué hago?” Te escucho, querida amiga y tengo unos cuantos consejos para ti. Si decides tomarte una copa, hazlo justo después de darle de lactar a tu bebé, así, cuando vuelva a necesitar comer (normalmente entre 2 a 3 horas después), el alcohol habrá abandonado tu cuerpo. Pero si tu bebé tiene hambre antes de eso, te recomiendo que extraigas la leche y la deseches.
¿Y si simplemente no quieres renunciar a esa cerveza fría? Entonces, te sugiero que optes por una cerveza sin alcohol. Brinda con tus amigos, disfruta el momento y, lo más importante, no te preocupes por tu bebé.
Ahora, vamos a hablar del café, la delicia que nos da vida a muchos, pero que puede ser un dolor de cabeza cuando estás lactando. ¿La buena noticia? El café no está contraindicado durante la lactancia, aunque hay ciertas pautas que debes seguir. Se ha estudiado que si consumes más de 300 miligramos de cafeína al día (unas 5-6 tazas de café), podrías empezar a ver síntomas de irritabilidad en tu bebé.
Recuerda, cada madre y cada bebé son diferentes. Algunas mamás pueden tomar cuatro o cinco tazas de café al día sin que su bebé muestre ningún signo de incomodidad, mientras que otras notan que su bebé se pone inquieto con solo una taza. Mi consejo es que observes a tu bebé y ajustes tu consumo de café en función de ello. Si te encanta el café pero te preocupa la cafeína, siempre puedes optar por el café descafeinado.
Así que, mamás que dan pecho, ahí lo tienen. No al alcohol, sí al café con moderación. Al final del día, lo más importante es el bienestar de tu bebé y tu comodidad durante esta etapa tan hermosa de la maternidad.
Si tienes más dudas ¿adivina qué? ¡Tengo un video en el que explico mucho más a detalle la situación, para verlo da clic aquí!
Leave a Comment